He masticado pan y quesito
aquel que brotaba de los árboles
en mi infancia.
He representado escenas de teatro
en una calle anónima
en mi infancia.
Me he fugado bajo a luna
hacia las garitas de los descampados
en mi infancia.
Había amapolas.
Todo esto no lo hice sola.
He reconstruído flores en lso pañuelos
con aguja , dedal e hilo
en mi infancia.
He recolectado ramos
del jardín de un señor que nos llamaba moscovitas.
En mi infancia.
Y todo eso y mucho más en mi infancia.
Los niños ahora no tienen lo que tuve yo ayer
porque son otras horas de comer y de beber
en mi infancia.
Unaas nubes gigantes que no existían
porque la luz del sol las rehuía
era el estío. No llovía.
La tormenta nos bañaba de la mano de un señor de la noche
que regaba los asfaltos y mojaba nuestros cuerpos.
¡Qué divertidos cuerpos!
¡Qué madres tan preocupadas por nuestros constipados!
pero era nuestra infancia.
La bañera era una piscina,
el invierno una bola del desierto,
el otoño , la ilusión de nuevos libros,
el estío el inicio de la mar,
de la calle, los brincos.
Cuerpos con sudor y barro
dónde el calor no era calor
era baile.Ansiedad por vivir y
el verbo ser era nuestro encuentro.
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